VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días” (Ver. 18).
COMENTARIO HISTÓRICO DE DEUTERONOMIO 11.
En este capítulo Moisés establece dos condiciones básicas para que los hijos de Dios obtengan la bendición divina y gocen de sus cuidados: Amar a Dios y obedecer sus mandamientos. Para que Israel pueda gozar de la tierra prometida y vivir en forma permanente en esa tierra que fluía leche y miel, debían obedecer la voz de Dios y observar sus mandamientos.
Moisés repasa los siguientes temas:
1) Amar a Dios;
2) Dios les había preparado un territorio que no necesitaría de regadíos como las tierras de Egipto;
3) Dios les enviaría “lluvia temprana” para la preparación de los terrenos y para hacer germinar la semilla, estas lluvias caían en los meses de septiembre y octubre.
4) De igual manera, derramaría la “lluvia tardía” durante marzo y abril para obtener una gran cosecha;
5) Por último, Moisés les dice que ha puesto delante de ellos la bendición y la maldición: bendición si obedecen; maldición si desobedecen.
CITA SELECTA.
“¿Dónde hallaremos leyes más nobles, puras y justas que las que aparecen en los libros en que se registran las instrucciones dadas a Moisés para los hijos de Israel? Estas leyes deben perpetuarse a través de
todos los tiempos para que el carácter del pueblo de Dios pueda formarse a la semejanza divina. La ley es una muralla protectora para los que son obedientes… ¿Qué otro libro puede enseñar al hombre a amar, temer y obedecer a Dios como la Biblia? ¿Qué otro libro presenta a los estudiantes ciencia más ennoblecedora, historia más hermosa? Claramente retrata la justicia, y vaticina la consecuencia de la desobediencia a la ley de Jehová. A nadie se deja en la oscuridad en cuanto a lo que Dios aprueba o desaprueba. Estudiando las Escrituras llegamos a conocer a Dios y somos encaminados hacia la comprensión de nuestra relación con Cristo, quien llevó nuestros pecados” (EC 53).
DESAFÍO PARA HOY:
Dios no ama con amor eterno, por esa razón, en reciprocidad por ese gran amor, debemos obedecer todos los mandatos, estatutos y leyes como respuesta a ese amor.
ORACIÓN:
PADRE NUESTRO, TE SUPLICAMOS QUE TRANSFORMES NUESTRO CORAZÓN, PARA QUE PODAMOS AMARTE, ASÍ COMO NOS AMAS, Y QUE PODAMOS CON TU GRACIA OBEDECER TUS MANDAMIENTOS. POR JESÚS, AMÉN.