DEUTERONOMIO 8. TODO LO QUE SOMOS Y TENEMOS ES GRACIAS A DIOS

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:

“No se te ocurra pensar: “Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos. Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza; así ha confirmado hoy el pacto que bajo juramento hizo con tus antepasados” (Ver. 17, 18).

COMENTARIO HISTÓRICO DE DEUTERONOMIO 8.

Moisés hace una exhortación a la obediencia con las siguientes recomendaciones:

1) La obediencia a los mandamientos divinos producen una mejor calidad de vida que redunda en felicidad;

2) Debemos recapitular los cuidados permanentes que Dios nos prodiga al darnos el alimento diario y el cuidado de la salud;

3) No olvidarnos que la fortaleza, inteligencia y habilidades que tenemos, son otorgadas en forma gratitud y como una demostración del amor de Dios por sus hijos.

Moisés hace dos recomendaciones a todo el pueblo de Israel, que también tienen un alcance completo para sus hijos actuales, que reciben todas las cualidades, talentos y dones para beneficio personal, para compartir con el prójimo y para que Dios sea alabado:

1) NUNCA DIGAMOS: “ESTA RIQUEZA ES FRUTO DE MI PODER Y DE LA FUERZA DE MIS MANOS”. “En el momento en que el hombre pierde de vista el hecho de que sus capacidades y posesiones son del Señor, en ese momento está defraudando las posesiones del Señor”. Manuscrito 63, 1901;

2) RECORDEMOS QUE: “DIOS ES QUIEN NOS DA EL PODER PARA PRODUCIR ESA RIQUEZA”. No caer en el pecado de Nabucodonosor, quien se exalto diciendo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? Dan 4:30.

CITA SELECTA.

“Dios es quien da a los hombres el poder de conseguir riquezas, y él otorga esta capacidad, no como medio de complacer al yo, sino como un medio de devolver a Dios lo suyo. Con este objeto, no es pecado adquirir recursos. El dinero debe ganarse por el trabajo. Todo joven debe cultivar costumbres de laboriosidad. La Biblia no condena a nadie por ser rico, si adquirió sus riquezas honradamente” (JT 3:75).

DESAFÍO PARA HOY:

Junto con nuestra familia, dediquemos tiempo para recapitular los cuidados, las bendiciones y la dirección que Dios le dio a nuestras vidas. Todo lo que somos se lo debemos a Él. ¡Gloria a Dios!

OREMOS:

PADRE, GRACIAS PORQUE AL MIRAR NUESTROS ORÍGENES, EXPRESAMOS GRATITUD POR TUS BENDICIONES QUE PERMITIERON QUE TENGAMOS UNA FAMILIA, UNA PROFESIÓN, UNA CASA Y DINERO PARA VIVIR. POR JESÚS, AMÉN.

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