DEUTERONOMIO 6. ENSEÑAR A NUESTROS HIJOS LOS MANDATOS DIVINOS

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Vers. 4-7). 

COMENTARIO HISTÓRICO DE DEUTERONOMIO 6.

En los versículos 4-9 se tiene la confesión de fe más importante del judaísmo. Esta confesión se llama “Shema”, esta palabra hebrea se traduce como “oye o escucha”. La primera frase afirma la unicidad de Jehová; la segunda frase apela a la adoración exclusiva a Jehová con todo el ser. La tercera frase se presenta el desafío de transmitir estos mandatos a los hijos. Dios deposita en los padres de Israel y en los padres del Israel espiritual, la responsabilidad de transmitir por experiencia, el conocimiento de un Dios creador, sustentador, perdonador y salvador. El discernimiento de Dios se debía compartir con los hijos, en todas las circunstancias de la vida: en la casa, al caminar con la familia, cuando se acostaba a los hijos, y cuando se levantaban.

CITA SELECTA.

“Que el temor de Jehová sea el principio de la sabiduría. Si hay quienes en el mundo necesitan la fortaleza y el ánimo que da la religión, son los responsables de la educación y de la preparación de los niños. Ellos no pueden hacer su obra de una manera aceptable a Dios mientras su ejemplo diario enseñe a los que los miran en procura de dirección, que ellos pueden vivir sin Dios. Si educan a sus hijos para que vivan solamente esta vida, no harán preparativos para la eternidad. Morirán como han vivido, sin Dios, y los padres serán llamados a responder por la pérdida de sus almas. Padres y madres, necesitáis buscar a Dios por la mañana y por la noche, en el altar de la familia, para que podáis aprender a enseñar a vuestros hijos sabia, tierna y amorosamente. Si hubo tiempo en el que cada casa debiera ser una casa de oración, es ahora” (CN 481).

DESAFÍO PARA HOY:

Si tenemos el privilegio de tener hijos, nietos, sobrinos o vecinos, compartamos con estos bebes, niños o adolescentes lecciones de la Palabra de Dios para que puedan conocerlos y ser salvos.

OREMOS:

PADRE, INTERCEDEMOS POR TODOS LOS PADRES Y MADRES PARA QUE PUEDAN ENSEÑAR A SUS HIJOS A AMAR A DIOS CON TODO SU SER. Y QUE PUEDAN HACER LOS CULTOS MATUTINOS Y VESPERTINOS CON SUS HIJOS. POR JESÚS, AMÉN.

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