VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Moisés convocó a todo Israel y dijo: «Escuchen, israelitas, los preceptos y las normas que yo les comunico hoy. Apréndanselos y procuren ponerlos en práctica” (Ver. 1).
PRIMER MANDAMIENTO. Enseñanza de RECIPROCIDAD. Debemos dar el primer lugar a Dios, porque nosotros ocupamos el primer lugar en su vida.
SEGUNDO MANDAMIENTO. No representar a Dios por medio de: animales, fenómenos naturales, o personas.
TERCER MANDAMIENTO. Este mandato enseña el principio ético de no usar el nombre de Dios para nuestro provecho. No excusarse en la condición religiosa para no hacer el bien o para conseguir ventajas.
CUARTO MANDAMIENTO. Reposar y adorar a Dios en el sábado.
QUINTO MANDAMIENTO. El imperativo “Honrar” significa: AMOR, OBEDECER Y RESPETAR a nuestros progenitores.
SEXTO MANDAMIENTO. Hay que valorar la vida de las personas, sin tomar en cuenta su origen, color, edad, género, condición social, educación, salud, o rasgos que los identifique como diferentes a nosotros.
SÉPTIMO MANDAMIENTO. Este mandamiento prohíbe todas las relaciones sexuales antes del matrimonio, o fuera del mismo.
OCTAVO MANDAMIENTO. Enseña respeto a la propiedad ajena. Prohíbe el robo en todas sus formas. Incluye no robar el salario de los trabajadores.
NOVENO MANDAMIENTO. Esta norma divina, prohíbe a todo tipo de mentira o difamación que perjudique a otras personas.
DÉCIMO MANDAMIENTO. Abstenerse del deseo pecaminoso de poseer lo que pertenece a otro, para no ser culpable de un mal acto contra el prójimo.
CITA SELECTA.
“Las instituciones que Dios estableció son para el beneficio de la humanidad. La ley de los Diez Mandamientos, del cual el sábado forma parte, la dio Dios a su pueblo como una bendición. “Y nos mandó Jehová”, dijo Moisés, “que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos a Jehová nuestro Dios, para que nos vaya bien” (SSJ, 148).
DESAFÍO PARA HOY:
Memorizar el mensaje central de los diez mandamientos y repetirlos con los miembros de nuestra familia. Confesar y pedir perdón cuando transgredimos sus mandatos.
ORACIÓN:
PADRE, NO HEMOS ESTADO OBEDECIENDO TUS MANDAMIENTOS. QUE PUEDAS ESCRIBIRLOS SOBRE NUESTRO INTERIOR, PARA QUE NUESTROS PENSAMIENTOS Y ACTOS ESTÉN DIRECCIONADOS HACIA LA OBEDIENCIA. POR JESÚS, AMÉN.