Inicio

DEUTERONOMIO 26. ¿ESTAMOS COMPARTIENDO LAS BENDICIONES CON LOS POBRES?

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:

“Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán” (Ver. 12). 

COMENTARIO HISTÓRICO DE DEUTERONOMIO 26.

Dios les anticipa lo que deberían hacer cuando entren a Canaán:

1) Debían entregar las primicias de todos los frutos al sacerdote y debían decir lo siguientes: “un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa; y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros; y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste oh, Jehová”;

2) Cada tres años debía traer un segundo diezmo para ayudar a los extranjeros, levitas, viudas, pobres y huérfanos. Después de haber compartido con los necesitados, decía: “He sacado lo consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos”.

CITA SELECTA.

“Debiera manifestarse gratitud y alabanza a Dios por las bendiciones temporales y por todo consuelo que nos conceda. Dios desea que toda familia que se está preparando para habitar en las mansiones celestes, le dé gloria por los ricos tesoros de su gracia. Si los niños, en la vida de hogar, fueran educados y preparados para ser agradecidos al Dador de todo bien, veríamos manifestarse la gracia celestial en nuestras familias. Se vería alegría en la vida de hogar, y el proceder de tales hogares, los jóvenes llevarán con ellos un espíritu de respeto y reverencia al aula y a la iglesia” (HHD 124).

DESAFÍO PARA HOY:

Dios no otorga bendiciones abundantes para cubrir todas nuestras necesidades; además, nos agrega otra porción y para compartir con las personas que pasan por necesidad financieras o de alimentos.

ORACIÓN:

PADRE, MUCHAS GRACIAS POR DARNOS BENDICIONES ABUNDANTES. TE PEDIMOS QUE PODAMOS INCLUIR EN NUESTRO PRESUPUESTO UN FONDO PARA AYUDAR A LOS POBRES, HUÉRFANOS, VIUDAS Y NECESITADOS. POR JESÚS, AMÉN.

Este articulo ha sido leído​ (23) veces

5,493 Personas han visitado el sitio desde 22 setiembre del 2024